¡Y celebro porque me toca!
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Esta es nuestra vida: un cumpleaños, dos tartas. Una se va al cole y otra la disfrutamos en casa.
¿Conocéis muchas niñas de once años que pidan como tarta de cumpleaños una New-York Cheese Cake? Pues esa es mi hija, a la que hemos rebautizado como "New York She's Cake" o en versión castiza "New York Chiisss-Cake".
Ingredientes
Para la base
1 paquete de galletas María
100 gr. azúcar
1 cucharadita de canela
100 gr. mantequilla derretida
Para el relleno
1000 gr. queso crema (o quark)
125 gr. yogur griego
250 gr. azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
45 ml. zumo de limón
4 huevos grandes
Método de elaboración
Calentar el horno a 170º.
Picar las galletas en un robot. Mezclarlas con la canela y el azúcar. Añadir la mantequilla derretida y mezclar bien.
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Engrasar un molde desmoldable y forrar la base con papel de hornear (así es más fácil desmoldar luego la tarta).
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Colocar la masa de galletas en el molde y extenderla toda por igual, presionando bien. Es muy fácil si se cubre con film transparente y se utiliza un pequeño rodillo.
Colocar el molde con la base de galletas sobre una bandeja de horno forrada de papel de hornear. De esa manera si hay alguna fuga de líquido durante el horneado, no se manchará ni el horno ni la bandeja (basta tirar el papel de hornear). Puede haber fuga de líquido dependiendo de la cantidad de agua que tenga el tipo de queso utilizado.
En un cuenco, pesar todos los ingredientes del relleno, excepto los huevos.
Batir a baja velocidad pues no se quiere incorporar aire a la masa. La tarta de queso al estilo New York es densa y no esponjosa. Incorporar los huevos uno a uno, a baja velocidad y repasando bien los bordes del cuenco con una espátula.
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Verter la mezcla en el molde, sobre la base de galletas. Llevar al horno durante 45 minutos. Apagar el horno. La tarta no estará aún completamente cuajada. Entreabrir la puerta (colocando por ejemplo un paño para que no se cierre el horno). Dejar la tarta en el horno entreabierto una hora completa. Se terminará de cuajar.
Sacar la tarta del horno y pasar un cuchillo por el borde. De esa manera se evita que se rasgue la tarta al contraerse mientras se enfría. Cuando haya perdido todo el calor, pasar la tarta a la nevera. Servir fría acompañada de sirope o mermelada roja (fresa, cereza, frambuesa, mora, frutos rojos...). O adornar al gusto.
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Es perfecta...besos
ResponderEliminarEs una de mis tartas favoritas, no me extraña que te la pidiera porque se ve estupenda.
ResponderEliminarBesos
Me encantan este tipo de tartas y esta tiene una pinta riquisimaaa.
ResponderEliminarun besito
Qué rica!
ResponderEliminarBesos.
Tengo que probarla, pero... una pregunta...
ResponderEliminar¿Tienes la tarta en el horno una vez apagado una hora? En total 45 min de horno más 1 hora de 'reposo'.
¿Te dura el calor tanto como para dejarlo ahí o simplemente es que al final la dejas reposar para que se asiente?
El calor dura eso y más... sólo hay que dejar abierta una pequeña raja. Ese calor suave y prolongado hace que se termine de cuajar. En realidad a los 45 minutos el centro de la tarta está aún liquido-gelatinoso.
EliminarUna tarta estupenda para una hija que es un crack. Besitos
ResponderEliminarAyyy, qué feliz hubiese sido yo, con lo que me gustan las tartas de queso.
ResponderEliminarUn abrazo