Ciencia ficción comestible.
Vivimos una época extraña, en la que para producir mejores alimentos se recurre a menudo a los laboratorios, a los alimentos enriquecidos y probióticos, a las modificaciones genéticas para hacer más resistentes, más productivos, o simplemente mejor negocio -para unos pocos- los cultivos alimentarios básicos.
A veces nos creemos que está todo inventado. Pero no es así. Y las técnicas tradicionales, con las que han evolucionado las especies, dirigidas científicamente pueden traernos muchas sorpresas gratas. Como esta harina. Como este cereal. Tritordeum, híbrido de trigo duro (Triticum durum) y cebada (Hordeum chilense).