Abriendo la puerta del infinito
panarra
Últimamente pienso que me he dejado llevar por
mis divagaciones en el blog. Me he perdido entre enzimas, procesos de
fermentación, experimentos de harinas más o menos raras... Las recetas se
vuelven más y más rebuscadas para darle algo de novedad a la cosa...
Así que hoy he decidido volver al principio. Hace tiempo que no me ocupo de la sección SOS, en la que poco a poco se va a construyendo un pequeño mapa de los ingredientes, procesos y utensilios panaderos.
Así que hoy he decidido volver al principio. Hace tiempo que no me ocupo de la sección SOS, en la que poco a poco se va a construyendo un pequeño mapa de los ingredientes, procesos y utensilios panaderos.
Y para volver a SOS, nada mejor que una
entrada que parta desde el principio. Y el principio de cada masa es la receta y
a partir de ella, pesar los ingredientes. Y en eso me voy a parar hoy. Y no, en
esta entrada no hay receta, ni siquiera la del apetitoso pan con el que se abre
la entrada (símbolo del infinito panarra).
¿Sorprendidos? Pues aunque no os hayáis parado
a pensarlo hay dos o tres cosas interesantes que decir sobre el hecho de pensar
y/o medir los ingredientes que vamos a utilizar. Y en este caso, no estoy
hablando de modificar una receta... sino de seguirla al pie de la letra.