Whole Kitchen en su propuesta salada para el mes de marzo nos invita a preparar un clásico de la gastronomía francesa, quiche.
 |
Copyright EWPG |
Durante años he preparado quiches para nuestros almuerzos con amigos y familia. Un plato completo y fácil, que puedes hacer el día antes y servirlo frío o bien hornerlo justo antes del almuerzo para servirlo templado.
Pero hacía ya al menos un año que no preparaba ninguno. Me había entusiasmado por las más castizas empanadas y había abandonado mi "pequeño pasado francés".
Ambos platos parten de la misma filosofía: juntemos el pan con el relleno, en un plato único que podemos servirnos y comer con la mano (como el bocadillo, la pizza, y tantas otras combinaciones de "comfort food", aprovechando además las sobras las más de las veces, claro). Pero una gran diferencia entre ambos platos -quiche y empanada- es que para la quiche basta una harina pobre en gluten y proteinas, pues precisamente buscamos una masa quebradiza, sin "correa", sin elasticidad. La empanada, como su nombre indica lleva masa panadera y para y por ello, la fuerza de la harina es importante.