A nadie le amarga un dulce
... ¿Y sin son tres?
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El invierno se cierra en breve y esta es nuestra colección de tartas y cumpleaños de la temporada: dos para la peque de la casa y una para la mayor, la abuela Ana. la verdad es que hemos disfrutado mucho haciendo y compartiendo todas ellas. Y hoy las traemos aquí, para seguir compartiendo.
No traigo recetas sino una simple historia. Todas llevan bases de bizcocho: una receta común y corriente de bizcocho de yogur, huevos, harina y azúcar. Y luego cada una es particular a su manera.
La tarta amorosa de corazones está hecha con una base redonda y un molde de corazón. Cada capa se ha partido a la mitad con los que resultaba una tarta de cuatro capas de bizcocho, emborrachadas todas con almíbar de cocer cortezas de naranja.
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Intercaladas, llevaba tres capas de mousse de chocolate. Finalmente, una capa de chocolate cremoso (un buen chocolate con leche mezclado con nata, al 100%, esto es, la misma cantidad de chocolate que de nata).
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La decoración final de rosetones estaba preparada con nata montada y gelatina de fresa para darle consistencia. La verdad, es que nunca había usado una manga pastelera y el resultado fue... bueno, tan sólo aceptable. Pero como la tarta se compartió en casa, en familia, pues nadie se quejó del acabado de principiante, je, je. Y es que mientras la saboreaban se hizo un gran silencio... ¿Sería porque estaba rica?
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La segunda tarta fue al colegio. Cada año hacemos una tarta creativa para que mis hijas la disfruten con sus compañeros de clase. La verdad es que hay que agradecer y admirar a sus profesores que nunca ponen pegas, a pesar de lo que debe ser tener a 25 niñ@s revolucionad@s alrededor de una tarta para compartir en plena jornada lectiva.
El año pasado hicimos una granja, en la que la casa estaba decorada con la técnica de la "joconde imprimée", aunque hecha con simple bizcocho (sin almendra molida, por aquello de las intolerancias). Este año retomando la tradición local hicimos una pequeña casa de paredes encaladas.
Estos son algunos detalles del montaje de la tarta, en el que colaboraron mis dos hijas.
Empezamos montando dos bizcochos de tipo cake (todos los bizcochos son caseros y se hornearon la víspera del montaje) para tener una cierta altura. Sobre ellos colocamos los aleros del tejado, hechos con los recortes que habían sobrado de nivelar los bizcochos que utilizamos en la otra tarta la del corazón con chocolate y merengue rosa).
Utilizamos merengue como pegamento, como cal y, coloreándolo, como paleta decorativa del jardín y otros elementos.
Con el merengue, encalamos la casa y mientras está aún secándose decoramos con algunas chuches para diseñar las ventanas y la puerta. Igualmente, con unas planchas de regaliz construimos las tejas que sujetamos igualmente con merengue (Y provisionalmente hasta que la estructura se secó bien, insertamos unos palillos de pinchos morunos para darle sujeción, que retiramos al día siguiente cuando el merengue estaba bien sólido).
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Para montar y decorar el jardín partimos de una plancha rectangular de bizcocho. La recubrimos de merengue coloreado de verde, que sería el césped del jardín. Con trocitos de regaliz rojo hicimos el sendero de ladrillos que debía llevarnos hasta la casa y con corazones de caramelo de colores y perlas de azúcar hicimos unas flores para el jardín.
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Luego montamos la casa sobre el jardín y decoramos con unos detalles simpáticos: en el jardín se entretenían unos ratones a los que el gato no sabía dar caza.
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Para mi gusto, el detalle más original este año fue la bicicleta, hecha con regalices de rueda y que la propia peque de la casa diseñó y construyó. ¿No es simpática?
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Y para que no faltara detalle, una pancarta de felicitación en el tejado: ¡Feliz Cumpleaños, pequeña mía!.
Y por último, la tarta de la abuela fue una capa fina de bizcocho de limón y canela, recubierta de 5 centímetros de mousse de turrón de Jijona y otra capa ligera de crema de chocolate.
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Para decorarla, utilicé azúcar glas sobre una plantilla que traje de Madrid, y que compré en la tienda de Tescoma (C/ Toledo, junto a la Plaza Mayor). Y el interior quedó así de impresionante: una delicia para los sentidos.
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Estos han sido los momentos más dulces del invierno...
¡Esperemos que la primavera nos depare otros tantos al menos!
Vaya tartas estupendas!!! Para cuándo las recetas? La del corazón con las rosas es preciosa y la de mouse de turrón se ve deliciosa. Seguro habrñan sido un éxito. Un beso
ResponderEliminarEstupenda la explicación y las fotografías. Preciosas las tartas y todos vuestros trabajo, como siempre. Un beso
ResponderEliminarEnvidio vuestra creatividad. Qué imaginación y qué ricas tienen que estar estas tartas.
ResponderEliminarUn abrazo
mi padre y yo tambien somos muy imaginativos un dia hizimos un arbol como trabajo de otoño para el cole y cuando lo llebaba al cole toooodos se quedavan mirando algunos me preguntaban: ¿que bonito trabajo lo has echo tu?...Un dia estaba haciendo los deberes mire a mi alrededor y como la semana siguiente era mi cumpleaños hize una gigante piñata junto a mí hermana pequeña maría tiene 3 años y yo 9 años. Bay
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