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Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de septiembre nos invita a preparar un clásico de la cocina italiana, la Pizza. Y en este caso, quienes participan son las niñas de la casa. Las últimas veces que hemos hechos pizza han sido mis hijas, mi sobrina, sus amigas... quienes se han encargado de casi todo. Y aquí os dejo con el proceso.
Yo elaboro una buena cantidad de masa, parto jamón york, quesos, cebolla y mozzarella y les ofrecía una bandeja con papel de horno, todos los ingredientes en pequeños cuencos (incluida la salsa de tomate, el atún en migas ... y el orégano y la albahaca de nuestra cosecha).
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Con un delantal como protección y un innovador rodillo infantil se han encargado varios domingos de hacer la comida familiar. Una de las dificultades para los pequeños es el paso de estirar la masa sin que se rompa y de manera que quede más o menos homogénea de grosor. El rodillo tradicional es grande... y además suele haber sólo uno y todos los niños quieren hacer su pizza a la vez.
Mi solución mágica -a la que recurrimos cada vez que hay reunión infantil panadera-repostera- son las latas de bebida: tienen el tamaño justo para un pedazo de masa de pizza individual, al estar llenas les ayudan a estirar sin esfuerzos -por la simple fuerza de gravedad del contenido de lata-, y si están frías hacen que la masa se mantengan en buenas condiciones a pesar del manose continua al que se le somete. Tan sólo hay que tener la precaución de lavarlas primero con agua y jabón y secarlas muy bien.
Estos son algunos de los resultados, de diferentes días y sesiones pizzeras. Todas comparten la misma receta de masa que os incluyo más abajo. Luego van recubiertas al gusto, de entre los distintos cuencos e ingredientes que en cada ocasión se ofrecían.
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Ingredientes para cuatro pizzas individuales medianas
150 gr. harina integral de trigo
100 gr. harina panadera recia o semolina
250 gr. harina de fuerza
250 gr. de masa vieja
325 ml. agua
10 gr. sal
Método de elaboración
La tarde anterior o el mismo día que se van a hornear las pizzas muy temprano por la mañana se hace la masa. Se pesan las harinas en un cuenco. Se trocea la masa vieja y se mezcla con las harinas. Se añade el agua y se mezcla bien. Se vuelva la masa sobre la encimera.
Se amasa 5-10 minutos, dejando reposar un poco la masa cada 3 minutos. Con ello la masa se relaja un poco y resulta mucho más fácil de trabajar para que quede muy elástica. Se le da forma de bola y se coloca de nuevo en el cuenco se tapa bien. Debe fermentar varias horas. Si se ha hecho la masa la tarde antes, se mete en la nevara toda la noche y se sacan un par de horas antes de hacer las pizzas. Si se ha hecho por la mañana necesitará 3-4 horas de fermentación, según la temperatura ambiente.
Una vez fermentada, sacar del cuenco y desgasificar mediante un suave amasado. Separar un trozo de masa de 250 gr. que guardaremos como masa vieja para la próxima hornada de pan. Guardada en un bolsa alimentaria bien cerrada, aguanta varios días en la nevera sin perder sus cualidades. Se acidifica ligeramente con el paso de los días, pero ello le viene muy bien a los panes, especialmente los integrales o los que llevan algo de harina de centeno.
Con el resto de la masa (unos 800 gr.) hacer cuatro porciones. Cada una será una pizza. Estirarlas sobre un papel de hornear, cubrirlas de salsa de tomate y con los demás ingredientes que se quieran. Si lleva hierbas secas o frescas, deben colocarse bajo la mozzarella para que no se quemen en el horno.
Calentar el horno al máximo. La pizza necesita mucho calor de horno. De hecho, las pizzas auténticas se hacen a unos 350º-400º en unos cinco minutos. Los hornos caseros no alcanzan más de 250º, por lo que tardarán en cocerse de 15 a 25 minutos.
Desde luego Whole Kitchen acierta en la propuesta de este mes y os habéis volcado con ella, poniendo tesoros como vuestra propia albahaca y orégano, además me encanta la mezcla de quesos. Perfecta opción!
ResponderEliminarBesos.
GustoCocina - María G.
Que ricas tus propuestas! Te has decantado por harina integral como yo.
ResponderEliminarBesos!
Que bien que tus hijas le cojan gusto a lo de las harinas.
ResponderEliminarYo creo que a mi me gusta tanto porqué de pequeña siempre trasteaba por la cocina y mi madre se comía todo lo que hacía. Siempre decía que estaba bueno (que valor , ahora cuando lo pienso !)
Es una bonita manera de enseñarles lo que cuesta hacer las cosas que comemos y las sepan valorar.
Que ricas!!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado el truco de las latas de bebida. Qué pinches más buenos tienes!!!
ResponderEliminarFabulosas esas pizzas. Y da la impresión de que tu horno es enorme! Qué envidia!!!
Un abrazo
La verdad es que lo de las latas se me ocurrió un día que vinieron amigas de mis hijas a hacer galletas y todas se peleaban por el único rodillo que yo tengo en casa. Es muy funcional: especialmente con la masa de galletas, pues si has tenido las latas en la nevera y están bien frías hacen que la masa de galletas no se caliente con la manipulación y se vuelva pegajosa (al derretirse la mantequilla). Y puedes improvisar cuantos rodillos quieras o necesites.
ResponderEliminarMi horno es muuuuuuuuy grande. El hueco es de 90 cms aunque el interior del horno no es tan grande como eso.
Estas peques están hechas unas cocinillas. Y se ve que lo hacen muy bien, las pizzas tienen una pinta estupenda. Enhorabuena a las tres
ResponderEliminarMenuda ayudante te has marcado, las pizzas tienen un aspecto muy apetitoso y me gusta el paso a paso al igual que tú blog, asi que por aqui me quedo, muchos besos
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