y se quedó en bacanal molletera
Esto es un verdadero mollete de Antequera. Y para más señas, del tradicionalísimo Horno San Roque. Y sí, sorprendentemente está greñado... para evitar que se abra en el horno (imagino que porque se producen a velocidad de vértigo, a pesar del proceso artesanal y con el greñado ahorran media hora de fermentación); su corteza, algo más dura que la que yo le doy a mis molletes (por tanto, horneado a menor temperatura, más tiempo); 100 gramos de peso (más o menos), tostado sin abrir y luego abierto al llegar a la mesa, dejando una estela de vapor...