Blue Cheese and Chives Crisps
del Best-Ever Cookie Book
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¿Te gustan los sabores fuertes? Pues esta es tu galleta para la mesa de los aperitivos. Es perfecta para servir con una copa de vino antes de comer, pero estará de más en una mesa demasiado llena de aperitivos. Tiene mucha personalidad y es contundente (en sabor y en calorías), por lo que es una vianda solitaria.
Quizás por ello cuando yo la preparé no fue bien apreciada. Pasó desapercibida al lado de los patés, el camembert en hojaldre, los pimientos del piquillo rellenos, el aliño de huevas, el solomillo al horno....
Creo que es muy útil preparar estas galletas por adelantado. Una vez refrigeradas y cortadas en rodajas pueden congelarse. Cuando quieras preparar un aperitivo basta hornear el número de galletas que desees (directamente del congelador, añadiendo 2-3 minutos más al tiempo de horneado).
Por ello son firmes candidatas a nuestra maratón de aperitivos pre-parados un mes y medio antes de la próxima Navidad. ¿Os parece que comienzo pronto? Pensad que cada año viene a casa la misma gente -es nuestra familia- y me gusta ir seleccionando nuevas recetas para que cada vez la comida siga teniendo algo de especial.
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Yo las he preparado conforme vienen en la receta original, aunque aumentando el tiempo de horneado. Si me atreviera a dar algún consejo sería el de reducir la cantidad de queso a 150 gr. En lugar de queso azul, he utilizado gorgonzola y aún así, las galletas estaban muy fuertes de sabor.
Ingredientes
225 gr. queso azul (roquefort, gorgonzola o similar)
115 gr. mantequilla
1 huevo
1 yema de huevo
2 cucharadas de cebollino picado
250 gr. harina blanca de trigo
una pizca de pimienta molida
Método de elaboración
Batir el queso desmenuzado con la mantequilla ablandada previamente hasta que formen una crema homogénea. Añadir el huevo y la yema de huevo, junto al cebollino (u otra hierba aromática) y el toque de pimienta al gusto.
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Mezclar la harina con la masa anterior.
Dividir la masa en dos partes y formar un rollo de masa con cada una. Refrigerar en el congelador hasta que esté suficientemente dura la masa -sin llegar a estar congelada completamente-.
Calentar el horno a 190º.
Una vez bien fría la masa, cortar rodajas de 3 mms de grosor.
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Colocarlas en una fuente de horno recubierta de papel de hornear.
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Hornear 10-15 minutos hasta que estén bien doradas. A mitad de horneado veremos que "espuman". No hay que preocuparse. Deben dejarse aún en el horno, hasta que se reduzca ese burbujeo y se doren.
Al sacarlas, esperar dos o tres minutos antes de transferirlas a una rejilla para enfriar, pues al principio estarán muy blandas.
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Una vez bien frías e pueden guardar arios días en una caja hermética.
Trucos y consejos
- Para dar buena forma a este tipo de galletas que se cortan en rodajas -y mantenerla-, una vez hecho el rollo de masa se pueden colocar dentro de un tubo de cartón (de los que encontramos en el interior del rollo de papel de cocina). Hacemos un corte longitudinal al tubo de cartón para poderlo abrir y colocamos la masa dentro, previamente envuelta en film transparente. Así, mientras se enfría en el congelador no pierde su forma perfectamente redonda. Y al cortar podemos ir empujando la masa fuera del "tubo" de manera que la parte no cortada tampoco se deforme con el calor y la presión de nuestras manos.
- Si puedes utilizar cebollino fresco, las galletas ganan mucho. Otra opción es utilizar romero picado, tomillo u orégano seco. Nosotros usamos las hierbas aromáticas -frescas- de nuestra terraza y todas las variaciones tienen buen pronóstico.
Guau!! Tienen una pinta fenomenal!! y como lo explicas se ven tan sencillas de hacer. A mi me encantan prácticamente todos los quesos... pero el gorgonzola me pierde!!
ResponderEliminarMe la guardo para sorprender algun día a mis invitados, aunque no creo que espere hasta Navidad, jajaja!!
Estas galletas deben ser toda una delicia... me lo apunto, para probarlas proximamente. Besos
ResponderEliminarMmm que ricas se ven! Y qué tal con cabrales. Desde que fui a Asturias adoro este queso. Estoy de acuerdo en reducir la cantidad de queso. Supongo que no pierden personalidad y son aptas para más paladares. Enhorabuena por otra estupenda receta.
ResponderEliminarDeliciosas..besos
ResponderEliminarYo no soy de quesos fuertes, pero mi marido sí. De todas formas, me encanta el formato de galleta salada, así que pensaré con qué otro queso las hago.
ResponderEliminarUn abrazo