miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014 ha dejado poso

... y se llama Richemont


La verdad es que tengo letras para un año, pero sólo quiero  escribir unos cuantos párrafos en estas últimas horas de 2014, para que las leáis en el comienzo del próximo.

Este ha sido un año intenso en muchas esferas de mi vida, incluso en mis horas dedicadas al pan. Es verdad que el ritmo del blog se ha ralentizado: ¿dónde queda aquella gloriosa época en la que era capaz de publicar dos y hasta tres entradas semanales? Ahora apenas llego a publicar dos o tres al mes... pero es bien cierto que como el número de recetas, libros y blogs de interés en estos cuatro años de vida del blog se ha multiplicado, cada vez me resulta más complejo escoger cuestiones, temas o experimentos que puedan aportar algo a la vez novedoso, útil y de interés para los que hacemos pan en casa.

Y sobre todo, cuanto más pan hago más complejo me parece todo el proceso, más ganas tengo de quedarme leyendo libros y rebuscando información y más dudas tengo respecto a la posibilidad de hacer llegar todo ello de manera comprensible y simplificada a los que se quedan al otro lado de la pantalla.

2014 en ese sentido me ha permitido cruzar un puente mágico: el que lleva de la afición a la profesión. Y no, no me he convertido ni hay visos de ello, en panadera profesional. Sin embargo, este año ha sido nuevamente especial porque me ha llevado a participar en una asociación profesional. Aún es difícil para mí entender y no agradecer suficientemente que me hayan "acogido" en ella. Con ello, he llegado a conocer de primera mano y de cerca una manera diferente, igualmente intensa, de hacer y vivir el pan artesano: el Club Richemont España (CRE).

jueves, 18 de diciembre de 2014

Un año más... rosconeando de gusto

¡Cada vez, un desafío mayor!


Pasa un año más y ya estamos de nuevo en Navidad. Llegan los días más cortos del año, con luces y velas por doquier, comidas y dulces deliciosos...

Llevo días discutiendo con amigos si panettone o roscón. Soy muy tradicional y para mí no hay nada como el roscón de reyes. Es cierto que no es más que un pan dulce y decorado, sin la finura -quizás y esos dependerá de quién lo haga- del panettone, me dicen. Pero sigo pensando que el panettone es un brioche enriquecido con azúcar y fruta borracha, un Kugelhopf mantecoso, si se quiere... y yo me quedo con el roscón patrio, tan ibérico y compartido con nuestros vecinos lusos.

En fin, lo que es una verdad indudable es que cada año en mi cocina parece haber más jaleo cuando llegan estas fechas. No sé si es que me hago mayor o es que cada vez la lista de reuniones, actividades y propósitos es mayor y más ambiciosa... pero necesito simplificar.

Y por eso este año hay nueva receta de roscón, pero las diferencias más que en los ingredientes (en esta ocasión he vuelto al roscón de levadura seca, y no de masa madre) están en los procesos: más simples, más rápidos, más cómodos...pero igual de rico y resultón el resultado. Y espero que a alguno os sirva de inspiración.

viernes, 5 de diciembre de 2014

¡Asturias, espelta querida!

¡Escanda-losamente buenos!

(C) Astur Sevilla
La Sevilla panadera se anima poco a poco. No es una ciudad frenéticamente panadera -aún- pero no cabe duda de que se van reuniendo acontecimientos, personas e intereses en torno al pan. Y eso siempre es una buena noticia, y apetece contarlo.

En este mes de noviembre hemos podido disfrutar de una jornada maravillosa gracias al Centro Asturiano de Servilla, en torno a la espelta.

El pasado 21 de noviembre, el Ayuntamiento de Belmonte de Miranda y dos de sus mejores panaderos desembarcaron en el Palacio de los Marqueses de la Algaba (en la actualidad Centro del Mudéjar, junto al Mercado de la calle Feria) para una presentación de su municipio y, sobre todo, de la espelta y sus panes.